Si el mundo se termina y estoy contigo
sé que sería menos doloroso,
mirar tus ojos y salir airoso,
darte un abrazo y que sientas abrigo.
Si el mundo se termina y estás conmigo
el fuego del final se hará envidioso
del amor pleno, cómplice y hermoso
como el campo del fin de oro y de trigo.
Y si todo termina, quedará
la magia de los últimos momentos
que el tiempo sin futuro pintará
en los soplos postreros de los vientos
que tras el fin soplando seguirá
en el lugar donde hubo sentimientos.
Aquí comienza el camino de nuevo. El presente avanza aunque yo no lo sienta y los días se consumen con la misma celeridad. Propuse recuperar los albores de los sonidos y no me considero un traídor. Así que, desafiando a todas las debilidades y deseos de desistir durante el tiempo necesario, y absorbiendo el dolor natural, doy el primer paso. Mi agradecimento infinito a quienes me siguen acompañando y desde el cielo estoy oyendo un aplauso.
:)
:-)
:))
=))
:(
:-(
:((
:d
:-d
@-)
:p
:o
:>)
(o)
[-(
:-?
(p)
:-s
(m)
8-)
:-t
:-b
b-(
:-#
=p~
:-$
(b)
(f)
x-)
(k)
(h)
(c)
cheer
Hola mi querido Juanjo, ainsss que romántico te ha salido esto, que hermoso.
ResponderEliminarSi alguna vez alguien me susurrara este soneto, no podría dejar de derramar lágrimas hasta que el mundo dejara de serlo.
Es igualmente hermoso que alguien sea capaz de tener el poder de despertar tales sentimientos en una persona, hasta hacerla escribir tan lindas y sentidas palabras.
Hay que ser muy duro y frío para no emocionarse con ellas. Algo de lo cual yo carezco, gracias a Dios.
Después de una noche tormentosa, en la cual hubo de todo, hoy mi rubito reluce ufano y más brillante que nunca, pues a echar mano de la tecnología para refrescarnos, cachis...
Cuídate mucho y esquívalo, que está pletórico por ser el mes cumbre para él.
Besitos azules mi querido poeta sureño, muassssssss
Cuando todo termine (que terminará de un modo u otro algún día) ninguno quisiera encontrarse solo. Siempre resulta agradable contar con una mano amiga a la que aferrarse ante los momentos caóticos, con una mano que ciña la nuestra un poquito más fuerte cuando el miedo o el fatalismo apremien. Y son esos momentos los que quisiéramos compartir con la persona amada, con ella y no con otra, porque quizás con su alma cerca el miedo ante la incerteza se haría más liviano.
ResponderEliminarCuando todo termine... terminará, porque por desgracia la eternidad no entra en nuestros planes. Y tras nuestra huella borrada por los años quedarán todavía indemnes los ecos de aquellos sentimientos que se comparten o que no alcanzaron a florecer.
Un beso y buen Miércoles.
Tanto sentimiento y tanto amor …sé que no tiene nada que ver pero he recordado el cuento del principito que tanto me gusta, cuando con mucho amor conversa con otras rosas y habla sobre la rosa que el amaba tanto “Ella es a quien he regado, a quien protegí y abrigue baje el globo….puesto que es mi rosa”
ResponderEliminarSi el mundo terminara y al lado tuyo esta la mano o las manos de las personas que mas quieres, no sería tan difícil, me encanto Juanjo!, cuídate mucho un beso y abrazo que tengas un bonito día.
July
¿Verdad que sí Kanet? Me parece una idea muy bonita, la de un amor tan puro y grande que sobreviva al final del mundo. Si cuando llegue el final, los dos permanecen juntos, efectivamente, todo será menos doloroso. Y quizá, en el tiempo sin futuro, cuando ya no quede nada, quizá no quede ni tiempo, el viento seguirá soplando en ese lugar que quedó impregnado de esos sentimientos que los sentían el uno por el otro.
ResponderEliminarLa idea me vuelve loco, por supuesto, y he intentado contarla con la humildad y las carencias de mi estilo. Por ello, me emociona el comentario. Imprímelo y que te lo lea, no creo que lleve más de treinta segundos leerlo. Y ¿qué es ese tiempo en comparación a lo que se puede remover escuchar esa idea de viva voz? Aboslutamente nada...
Gracias, Kanet, por tu tiempo y presencia. Espero que la vuelta al tajo sea progresiva y tranquila. Te deseo que pases una tarde maravillosa.
Akasha, el final de algo, una certeza inexcusable que convive, en enfrentamiento constante, con cualquier modo de existencia, será menos doloroso, si en el momento del adiós, estás arropada por la fuerza de sentimientos intensos y ciertos. En este soneto, la idea es simple, si estuviese a mi lado cuando llegue el fin del mundo, porque ella te llena el corazón y yo le ofrezco abrigo ante la incertidumbre de los que vendrá, si es que viene algo. El fuego que marcará el final se hará envidioso, porque jamás conseguirá una unión de plenitud como lo hacen dos personas que se aman de verdad y que están dispuestas a dar su vida por la de ese ser que están abrazando en ese momento. Y después del fin, por la fuerza de lo que hubo, el viento seguirá soplando donde quedó la huella de la fuerza de esos sentimientos.
ResponderEliminarUna idea muy romántica, muy propia de mí y me temo que poco compartida, pero, mientras internet exista, y blogger dé servicio, incluso después de mí, siga latiendo la idea.
Gracias eternas por tu presencia y tu tiempo, es un gran honor que me brindas con ello. Un besito grande y que tengas una tarde maravillosa en tus páramos eternos.
Julissa, hace tanto que leí "El Principito" que me acuerdo vagamente de algunas escenas, y contando que puede hacer tranquilamente dieciséis años que lo leí, quiere decir que me marcó mucho. Lo que sí recuerdo es que me hizo resbalar algunas lágrimas por la inocencia del personaje y su modo de ver las cosas. Recuerdo un fragmento de las conversación con el zorro, en el que decía que si él iba a las cuatro, el zorro se empezaría a sentir feliz desde las tres. Que hay ritos que son necesarios. Me has despertado las ganas de volver a leerlo Julissa, me tengo que poner a ello.
ResponderEliminarY hablando de los ritos, esos sentimientos que superarán el final del mundo, de la existencia, quizá tenga algo de ritual. Veo, a mi alrededor, personas que despiertan y en vez de dar un beso y un abrazo a la persona que tienen a su lado, gritan ¡Qué tarde es, voy a llegar tarde! Y dan un salto de la cama... Si llegase el final del mundo, no creo que el viento soplará en el lugar donde está esa cama. La vida quizá, vaya a velocidades de vértigo para cuidar y regar bien la planta que en el fondo, delimita lo que es estar solo y lo que es sentirse solo. Y cuando llegue el fin del mundo, no ocurrirán milagros.
Muchas gracias, amiga mía, por tu presencia. Un besito muy grande y desearte que pases un día (aquí ya son las 7 de la tarde) maravilloso.
No hay mucho más que decir, a parte de que es precioso lo que has escrito. Creo que cuando llega el final no hay nada más esperando al otro lado, pero pasar los últimos momentos con la persona que quieres,harán esos momentos más llevaderos.
ResponderEliminarme ha parecido un soneto muy tierno y muy bonito, en serio, este es uno de los que más me han gustado últimamente,
Un beso enorme , y sigue así
Anita, no te imaginas cómo levanta el ánimo palabras como las tuyas. La idea es, como ya comentado, realzar la fuerza de los sentimientos cómplices, realzar su inmortalidad, permaneciendo en el lugar donde fueron entregados, más allá del final del tiempo. Es algo así como una luz en medio de la nada, una luz que marque un lugar que dejó un legado aunque nadie pueda verlo. El mundo, al ritmo que va, se acabará el día menos pensado, y no quedará nadie que recuerde nada, por eso me parece tan bonita la idea que, después del fin, quede la fuerza de lo que fue vida en un pasado oscuro y vacío de sueños.
ResponderEliminarCon ánimos cómo los que me das, he de seguir ^_^, y ojalá las musas me sigan ayudando a poner en los corazones de quienes gastan su tiempo conmigo, un poquito de ternura y de cariño.
Un besito muy grande, Anita. Espero y deseo que tengas un día maravilloso.