Espero en el andén
el último latido de este amor.
Mi ojos solo ven
que se ha ido el color
que contigo aliviaban mi dolor.
Quizá se rompió el lazo
cuando más se sangraba por la herida,
que produjo tu abrazo
a esta alma partida,
tu abrazo que selló esta despedida.
Aquí comienza el camino de nuevo. El presente avanza aunque yo no lo sienta y los días se consumen con la misma celeridad. Propuse recuperar los albores de los sonidos y no me considero un traídor. Así que, desafiando a todas las debilidades y deseos de desistir durante el tiempo necesario, y absorbiendo el dolor natural, doy el primer paso. Mi agradecimento infinito a quienes me siguen acompañando y desde el cielo estoy oyendo un aplauso.
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Hola nuevamente mi querido Juanjo, ainss si cuando yo digo que al entrar aquí uno nunca sabe a que carta se va a quedar.
ResponderEliminarUna despedida nunca es bien recibida, pues daña tanto el que se queda como el que se va, igual no en la misma proporción o igual si, depende de las circunstancias en que se de la marcha de ese ser querido.
Parece ser que en este poema se refiere a una despedida forzada por uno de los integrantes, sumiendo al que se queda en un terrible dolor, dándose cuenta de que ya nada será igual, que esa despedida es consentida pero no aprobada y con ello deja una herida que costará mucho de que cure.
El recuerdo de ese último abrazo quedará vivo en su memoria, mientras ve como el último vagón se pierde en la lejanía del andén.
Pues es triste este también, me sabe mal por el que queda en tierra.
Bien, veremos el próximo que discurra tu linda cabecita como será, aunque sé que es dentro de este género cuando te sientes como pez en el agua.
Cuídate mucho y descansa querido mío, besitos azules, hasta mañana o cuando suba otra entrada, muassssssssssssssssss
Mi querida Kanet, pienso que, hay armas más dañinas que las de metal. El abrazo que le dan al protagonista de la lira, provoca una herida en su alma, ya de sí partida por el dolor. Eso es lo que quiere reflejar el texto, que una palabra, un abrazo, un gesto que se supone tierno y reconfortante, puede, según el contexto en el que se den, ser armas mortíferas dejando recuerdos que harán aún más difícil seguir el camino. Es otra historia más de las que se cuentan por aquí con otros sonidos. Una historia que es muy probable que todos hayamos vivido alguna vez. Y que se espera no se vuelva a repetir.
ResponderEliminarBesitos de buenas noches, mi mariposa azul. Que te descanso sea totalmente reparador. Y eso espero, que lo próximo que salga de la cabeza esta sin remedio, te haga querer volver al rincón oscuro de las rimas del alma. Ahora mismo no tengo nada en la recámara, así que se irá improvisando historias. ¿De qué índole serán? La verdad, ni idea, pero el propósito es que haya de todas clases para todas las aituaciones. Gracias por tu presencia, mi querida amiga.
Me encanta encontrar en un texto la idea que tan a menudo acaricio entre mis letras, y es el suponer nuestra propia existencia como el andén de una estación. A menudo permanecemos turbados y perdidos en medio de la multitud, sin saber a ciencia cierta cual es nuestro tren o si deberíamos aventurarnos y tomarlo pese a no conocer su destino.
ResponderEliminarOtras permanecemos a solas en ese andén solitario, deseando que alguien aparezca a nuestro lado con el interés de compartir, compartir vivencias, sueños, emociones...
Y hay ocasiones- como es el caso- en que ese andén es el escenario de una dolorosa despedida, sellada con el lazo apretado que sugiere un abrazo. ¡Nadie nos había advertido que esos brazos antaño adorados ahora resultaban más cortantes que el filo de un estoque! ¡Nadie nos previno de la quemazón que esos labios antes almibarados causarían en nuestra piel ante un suave roce, apenas perceptible!
Y nuevamente ese tren parte y nosotros permanecemos desangelados en el andén, contemplando cómo se evapora en la lejanía con la misma pesadumbre con que un anciano recuerda sus años jóvenes.
Besos mi querido amigo, veo que el finde ha resultado provechoso para este rinconcito de nuestras Rimas del Alma, siempre es un placer adentrarse entre los oscuros corredores de esta sala de poesía y sorprenderse con las letras que un nuevo día nos regala.
Mi querida damita distinguida, como de costumbre, me cuesta encontrar una respuesta que no estropee tu precioso texto de interpretación. Hay ocasiones en los que los episodios de la vida parecen sucederse en un andén, en ese andén donde te mezclas y te encuentras con la gente, donde puedes hallar indiferencia o hallar la más absoluta fascinación.
ResponderEliminarEl texto viene a decir que el protagonista está en el andén del último latido del amor, porque sabe que no es compartido y se ha dado cuenta que su presencia supone un problema, por tanto, él sabe que vagón de coger en ese andén. Y es mantenerse (metafóricamente, se entiende) alejado de esa persona, puesto que quiero creer, que porque la ama, no quiere causarle ningún problema o perjuicio. Lo que no quiere decir que haya dejado de amarla, eso es otra cosa diferente. Y la última parte es una muestra del pensamiento universal, con el que yo, personalmente, no estoy de acuerdo. Eso de un abrazo y adiós... No, esas cosas dañan más que las palabras que dicen la verdad del corazón, que de por sí, dañan más que si clavaran mil cuchillos en el alma. Imagínate si la despedida se produce tras un abrazo, que es dado con mayor cariño del mundo... La sensación de tristeza se queda aquí más intensa aún. Es a simples rasgos, lo que pretende contar este texto.
¿Ha habido fin de semana? Vaya, y yo que pensaba que por las tareas pendientes, resultaba que la semana estaba pasando muy lenta ^_^. Digamos que el nacimiento de estas letras han supuesto un pequeño respiro al ajetreo de las tareas compartidas. Cuando el superior también participa, los demás tenemos que agachar la cabeza ^_^, pero aún así, ha estado bien. Un abrazo de afecto y sí, que esta semana solpe de vientos propicios para ti.
Muy interesante esto de las liras...
ResponderEliminarTreintaAbriles
Treinta abriles... Las liras fue una idea que se me ocurrió para darle variedad a esto, pensando que serían sencillas, cinco versos... Me equivoqué de pleno. Hay algunas que me cuestan más que todo lo demás. Pero espero que sigas viniendo a ver mis nulos intentos de imitar a Garcilaso... Llevo dos semanas off, pero la luz parece asomar por un pequeño resquicio de la puerta de las tinieblas de las obligaciones.
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