Abrázame, sólo abrázame
y deja que olvide el tiempo,
que no exista nada más
que este preciso momento.
infinito entre tus brazos
oasis en mi desierto.
Abrázame, sólo abrázame,
que se marche este silencio
de los mil metros cuadrados
que de soledad yo tengo.
Esta noche soy el niño
malherido e indefenso
que suplica por tu abrazo
que es la luz de mi universo.
Así que abrázame, abrázame,
y protégeme del fuego
de los minutos sin ti
y la soledad que duermo.
Abrázame, sólo abrázame,
llévame a nacer de nuevo
que al final, tantas heridas
han matado mis intentos,
mi batalla, mi esperanza
y el latido de mis sueños.
Esta noche no soy fuerte,
no quiero ni puedo serlo,
se ha partido en mil pedazos
la armadura del guerrero
y la fuerza se ha marchado,
mi debilidad confieso,
sin vergüenza, te suplico
que me aprietes en tu cuerpo
para encontrar en tus brazos
la melodía del viento
que me cure las heridas
de la soledad que siento.

Aquí comienza el camino de nuevo. El presente avanza aunque yo no lo sienta y los días se consumen con la misma celeridad. Propuse recuperar los albores de los sonidos y no me considero un traídor. Así que, desafiando a todas las debilidades y deseos de desistir durante el tiempo necesario, y absorbiendo el dolor natural, doy el primer paso. Mi agradecimento infinito a quienes me siguen acompañando y desde el cielo estoy oyendo un aplauso.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario