Si supieras de las lágrimas
que resbalan las mejillas,
de las cartas amarillas
con la tinta de mi ánima
a base de sangre y fuego
dejarías este juego
que me rompe cada día.
Pero qué vas a saber;
si tan sólo me recuerdas
cuando el filo de la cuerda
está a punto de ceder
bajo todos tus problemas
que sabes que a mí me queman
y hago desaparecer.
Luego viene tu silencio,
ni siquiera una palabra
y te juro que es macabra
la forma en que me sentencio
a cualquier desesperanza
donde la luz no me alcanza,
voy llorando oscuridades.
Si supieras las películas
que te imaginé a mi lado,
a tus brazos abrazado
disfrutando las partículas
que generan los latidos...
Pero qué vas a saber
si la historia de tu vida
es llenarme con heridas
que no llegas a entender
el porqué me duelen tanto
que no aguanto este quebranto
que me deja sin aliento
y echa lágrimas al viento
pero no llega la calma.
Hoy quiero que sepas algo;
pero no aprenderás nada...
cuando estés sola y callada
quizá sepas lo que valgo.
Que jamás hubo interés,
que salió del corazón,
que a la mínima ocasión
allí estaba yo a tus pies;
creí que éramos amigos
pero el silencio es testigo
de que yo me equivoqué,
pero hoy me levanté.
Si supieras del dolor
del corazón taladrado
por los segundos callados
consolándome de amor
por pensar en tu sonrisa
cuando ya no había prisa
y tu problema eliminado...
Pero todos mis mensajes
eran inútiles viajes
al país de las molestias...
Hoy no hay Bella para Bestia.
Solo hay pasos tranquilos
y recuerdos doloridos
que algún día será ayer...
Pero qué vas a saber...
Aquí comienza el camino de nuevo. El presente avanza aunque yo no lo sienta y los días se consumen con la misma celeridad. Propuse recuperar los albores de los sonidos y no me considero un traídor. Así que, desafiando a todas las debilidades y deseos de desistir durante el tiempo necesario, y absorbiendo el dolor natural, doy el primer paso. Mi agradecimento infinito a quienes me siguen acompañando y desde el cielo estoy oyendo un aplauso.
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Es muy duro sufrir por una persona que no es consciente de ello, sólo el que pasa por esa situación sabe lo que duele.
ResponderEliminarUn beso ^^
Cierto. Pero más duro todavía resulta cuando lo sabe, y aprovecha que te tiene a su merced, para que le soluciones todo, para que le des el empujón que otros no le quieren dar, para que uses un tiempo que puedes usar para mil cosas en sacarle las castañas del fuego... Y al final, llegas a la conclusión de que realmente, sabe que te tiene entre sus manos, pero no tiene ni idea de la intensidad de los latidos de tu corazón.
EliminarPero algún día será ayer... Y quizá, y sólo quizá, nos echen de menos. Yo ahora mismo no creo que supere esto, pero veo el ejemplo de mucha gente que lo ha hecho, y en ellos me baso para escribir esta historia.
Gracias por tu tiempo y tus palabras, bonita :)
"que algún día será ayer...
ResponderEliminarPero qué vas a saber..."
Ole, ole y ole. Awwwwwwwwww primero, que forma de acabar un escrito. Como siempre, dando fuerza hasta el último verso. Pero es que eso es así, hay personas que se piensan que no tienen que esforzarse por tenernos ahí, que vamos a aparecer tan solo con que nos nombren -y que pena que muchas veces el amor ciegue y sea así- pero cuando te das cuenta, y lo explicas, terminando con un "pero que vas a saber" si jamás supiste nada, jamás supiste amar, lo que es realmente amar. En fin, joder, que bien estar por aquí jajaja
¡Un grandísimo saludo! 2:*
Es la llegada de ese momento en el que ya no puedes más. En el que te han utilizado tanto y en el que necesitas sólo una migaja de afecto que te niegan porque ahora no resultas útil que sale algo como esto. Esta entrada sí es fuerte, es fuerte porque cuenta la situación en la que por desgracia se ven muchos enamorados. Me parece de una crueldad enorme aprovecharse de los latidos de un corazón para solamente sacar provecho sin importarte el daño que puedas hacer. Y eso es lo que he intentado plasmar aquí. Quizá algún día necesite ayuda de nuevo y cuando se le niegue, preguntará por qué. Y quizá sea el momento de decirle "Qué vas a saber tú, si no conoces las noches de insomnio, las lágrimas infinitas, los latidos heridos y hasta las ganas de dejar de respirar".
EliminarPero hay que hacerse fuerte. Y desgraciadamente, la fuerza viene a base de golpes así...