Tus labios son de helado de vainilla
y brisa de jazmines que me atrapa.
Tus labios son de luna que se escapa
por un jardín de flores amarillas.
Tu boca es la sonrisa más sencilla,
la paz inalcanzable de mi mapa.
Tu boca es el abrigo que me tapa
con besos que como una estrella brilla.
Pero tú eres aún más y mejor,
las ganas de mirar hacia el futuro
y creer en él siendo un perdedor
que por primera vez está seguro
que tan sólo la fuerza del amor
puede dar luz al pozo más oscuro.
Aquí comienza el camino de nuevo. El presente avanza aunque yo no lo sienta y los días se consumen con la misma celeridad. Propuse recuperar los albores de los sonidos y no me considero un traídor. Así que, desafiando a todas las debilidades y deseos de desistir durante el tiempo necesario, y absorbiendo el dolor natural, doy el primer paso. Mi agradecimento infinito a quienes me siguen acompañando y desde el cielo estoy oyendo un aplauso.
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