Espero ese momento cada día;
mirar que te descalzas en la puerta
y ver que nuestra sala antes desierta
se llena de color y de armonía,
cuando tus pasos hacen melodía
que toca el corazón y el alma abierta
y la necesidad de ti cubierta,
pues capto los mensajes que me envía
tu voz que sabe a tarta de manzana,
tu luz que abarca todo y da sentido
a ver salir el sol cada mañana.
Espero ese momento que el sonido
de ti sea la estrella que engalana
la vida que yo nunca había vivido.

Aquí comienza el camino de nuevo. El presente avanza aunque yo no lo sienta y los días se consumen con la misma celeridad. Propuse recuperar los albores de los sonidos y no me considero un traídor. Así que, desafiando a todas las debilidades y deseos de desistir durante el tiempo necesario, y absorbiendo el dolor natural, doy el primer paso. Mi agradecimento infinito a quienes me siguen acompañando y desde el cielo estoy oyendo un aplauso.
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Ese momento es muy bonito. El alegrarte a pesar de haber llevado un día de mierda, solo por poder contarselo mientras cenáis.
ResponderEliminarUn beso ^^
Es una espera que merece la pena. Ayer y hoy he tenido la suerte de estar en un instituto hablando con los alumnos de la ESO (los 4 años) y he recordado mi paso por ese instituto (fue en el que estudié) y me ha venido a la mente aquel tiempo en el que lo esperábamos todo. Hoy sé, o al menos así lo pienso, que si tenemos que esperar algo, sea simplemente un detalle pequeño que, como tú dices, convierta un día desastroso en un final feliz. Aunque dure sólo unos momentos.

EliminarGracias como siempre, por tus palabras, guapísima. Que tengas una noche llena de cosas bonitas y sueños cumplidos