ROMANCE LVII "Romance del bandido Tornalero (II)"

Tornalero expone el plan
de acabar con el tirano,
todos oyen expectantes
en un círculo cerrado.
Ellos son muy pocos hombres
y es muy grande su palacio
y además los centinelas
lo mantienen bien guardado.
Pero él tiene un secreto
que será llave de paso;
una cueva comunica
con la parte de los bajos
de la casa señorial
que el tirano ha usurpado.
El sol cálido es testigo
de la unión de los hermanos.
A la orden de Tornalero
dan comienzo los trabajos
en el pueblo de Granada
de bandidos disfrazados
de campesinos labriegos
ganándose su pan diario.
Otros van hacia la cueva
y preparan el espacio,
Tornalero ve orgulloso
el afán de aquellas manos
y se pone a la cabeza
con su pala golpeando
la dureza de la tierra
con dolor entre sus brazos.
La noche vuelve a aullar,
los bandidos van al raso
de la Sierra de Granada
y de su cielo estrellado.
"Escuchame Tornalero,
malas nuevas han llegado
tu cabeza está en peligro
¡bien la paga ese tirano!"
Tornalero da las gracias,
no se ve preocupado,
si el tirano quiere guerra
la tendrá de sus muchachos,
una puerca recompensa
no podrá comprar sus ánimos.
Los hombres y las mujeres
se protegen con sus mantos;
pronto podrán regresar
a las casas de su campo
que robó el gobernador
a sus verdaderos amos.
La mañana llega pronto,
es el día señalado;
esa noche los fantasmas
arderán en el palacio.
Los bandidos se preparan
para la hora del asalto,
derribarán el castillo
atacando por debajo.
Pero en la cueva del túnel
se respira un aire extraño
y cuando entra Tornalero
lo sorprenden los soldados.
Lanza alarma con su voz
los demás quedan a salvo;
unos a otros se cuentan
el que falta es Sacacuartos,
el traidor que ha Tornalero
ha vendido y traicionado.

CONTINUARÁ.