SONETO LXIV "Este paradero no es el mío"

Busqué para encontrar mi paradero
pero aquel, no podía ser el mío.
Y sin embargo y libre de vacío,
sus susurros sonaban a bolero.

Sus letras son espejos de un lucero
que en las noches, podrá aliviar tu frío
cuando entren las estrellas en su río
y en la noche ilumine su sendero.

Sin ser el mío, sé que no me pierdo
en este paradero de dulzura
cuando late en su pecho el lado izquierdo,

de la luna que fue menos oscura
pues dejó un remanso del recuerdo
de un lugar que te embruja su hermosura.


Julissa Estela, como te conté, hace tiempo ya, bastante, muchísimo quizá, quería expresar la belleza de tu espacio y de la forma que escribes, tan madura para alguien tan joven. Y aquí lo tienes. Me diste permiso para poder ponerlo aquí y espero que cuando vuelvas a entrar a las rimas del alma, te lleves una sorpresa, una sorpresa que mereces, aunque la humildad de los versos, está lejos de tu buen hacer y la forma en la que expresas tus ideas y las reflexiones que, repito, alguien tan joven es capaz de llenar de cordura y madurez todos los contratiempos que los sentimientos producen en la existencia, sobre todo, cuando no son sentimientos felices y requieren un poco de paciencia y coraje para superar situaciones difíciles. A las personas que pierden su valioso tiempo en este lugar son remedio y a las que agradezco infinitamente el detalle, os recomiendo que entréis en http://siemprepetruso.blogspot.com/  y echéis un vistazo a pequeñas historias que, al menos conmigo lo consiguen, son capaces de hacerte pensar por un momento en aspecto de la vida que, por este ritmo veloz y sin frenos, vemos que la solución a un problema puede ser más sencilla de lo que aparenta. Un besito grande July, y toda una suerte haberte conocido.