Abrazado en algún lugar del viento
al aroma a violetas que desprendes,
respiro la nostalgia que no entiende
lo que duele, lo que hiere este momento
alejado de ti y de tu aliento,
se marchita la danza de los duendes
en el valle de lágrimas que pende
el soplar de la brisa que no siento
en las mejillas secas y apagadas,
porque ayer compartíamos el roce
en algún lugar del viento y su alborada.
Nuestra historia se acaba y dan las doce
ya no hay viento y me falta tu mirada
que ha cambiado y mi alma no conoce.
Aquí comienza el camino de nuevo. El presente avanza aunque yo no lo sienta y los días se consumen con la misma celeridad. Propuse recuperar los albores de los sonidos y no me considero un traídor. Así que, desafiando a todas las debilidades y deseos de desistir durante el tiempo necesario, y absorbiendo el dolor natural, doy el primer paso. Mi agradecimento infinito a quienes me siguen acompañando y desde el cielo estoy oyendo un aplauso.
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Muy bonitas palabras, como siempre.
ResponderEliminarUn beso :D
^_^.
EliminarMuchas gracias, como siempre. Ojalá todas las personas que perdieron su lugar en el viento y dejaron de conocer, tengan el valor de seguir soñando.
Un beso de viento guapísima. Que tengas un día lleno de cosas tan bonitas como tú ^_^.
Hola Juanjo que pena cuando se termina el amor pero como tu dices primero hay que luchar para que dure lo máximo posible y si vemos "que su mirada ha cambiado" pues aceptarlo y tomar otro rumbo. Gracias por este triste y realista soneto.
ResponderEliminarHola preciosa ^_^.
EliminarA mí, lo que más pena me da de este soneto es que ya no puedas reconocer a esa persona con la que tanto has compartido. Han dado las doce y de Cenicienta sólo queda un zapatito pero queda porque el cuento lo necesita para acabar. En este soneto, al cambiar el día, no queda nada.Y creo que no debe ser así siempre y cuando no haya algún daño de por medio. Aunque cuando hay daño sólo hay un cambio violento por la rabia. Estos versos cuentan otra cosa, la indiferencia.
Gracias guapísima, por tu tiempo y tus palabras. Que todos tus sueños se hagan realidad en tu amanecer.