lunes, 18 de abril de 2011

SONETO XLVI "El más bello lugar"

Tus ojos resplandecen en el mar
mientras me golpea una suave brisa,
y en mi alma se dibuja tu sonrisa
sin que pueda dejarte de soñar.

Del sueño, yo no quiero despertar
y sé que debo hacerlo, mas sin prisa,
beberé del amor que se precisa,
para salir del más bello lugar.

Único lugar para estar contigo
y tu voz no se marche de mi lado,
para ser centinela y mi testigo.

Cuando despierte, tú te habrás marchado,
llegará en tu ausencia mi castigo:
el saber que de mí te has alejado.

6 comentarios:

  1. Los sueños sueños son, pero a veces son tan bonitos y dulces, hacen realidad las cosas que más anhelas... A veces, si no puedes tener lo que quieres o a quien quieres, son lo único que te quedan, pero que malo es despertarse. Y como duele
    Sigues en racha Juanjo, no sabría con cual quedarme de todo lo que has escrito estos días
    Un beso enorme

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  2. Mi querida hadita de los bosques de ensueño, lo has interpretado muy bien. En sueños, el lugar más bello no se evapora, no cambia y el alma que hace de ese lugar tu verdadero paraíso, no se marcha, siente lo que tú sientes y no te deja solo... Pero despiertas, y sales de él, vuelves a una rutina vacía, apagada y con la sensación que has acabado un viaje cuyo recuerdo te sumerge aún más en la melancolía del vacío. Y sí, tienes razón, cómo duele despertarse. Soñemos, mi querida amiga, al menos, como bien dices, tendremos esos sueños.

    Muchas gracias por tus palabras, preciosa. Yo me quedo con que tú leas lo que escribo y si eso te hace pasar un segundo agradable, todo merece la pena. Un besito grande reina. Deseo que tengas dulces sueños y que la luna vele por ellos.

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  3. Este fin de semana he estado viendo: "La vida de los Peces". Te la recomiendo.

    En cierta manera, el soneto me recuerda algunas de sus escenas.

    TreintaAbriles.

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  4. Pues la veré... pero no te diré cuando. Vas a matarme, pero confieso que aún no he visto "La mejor juventud" Soy un desastre, lo reconozco. Además estoy enfrascado en dos cursos que intento llevar con dignidad. Si a eso le sumo el eterno desencanto con el lugar que habito, tienes una mezcla explosiva para mandarlo todo a dónde tú sabes. Pero por fortuna, no soy de rendirme y espero poder disfrutar de tus recomendaciones próximamente.

    Gracias por tu aporte y un abrazo grande.

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  5. Resulta una triste certeza el saber que solamente en el mundo de los sueños podremos mantener vivo un eterno instante que hoy se nos escurre entre los dedos, como lo haría un puñado de arena que deseáramos atrapar.

    "Del sueño, yo no quiero despertar
    y sé que debo hacerlo, mas sin prisa..."

    Quisiéramos cuando ello sucede vivir un infinito sueño eterno que nos impidiera despertar, manteniéndonos el adorado letargo si cabe tan cerca de nuestro anhelo que tan solo nos baste alargar la mano para poderl@ tocar. Mas sin prisa... ¿qué necesidad hay de abrir los ojos a la realidad cuando en nuestro mundo onírico somos plenamente felices?

    Si al final abrimos los ojos y la vida es más oscura que cuando manteníamos los párpados cerrados, si al final nos queda la sentencia al cruel castigo que nos supone la ausencia del ser amado...

    Me ha gustado mucho este soneto, sí señor, ratifico las palabras de Ana y es que últimamente estás en racha, aprendiz de trovador, aunque personalmente me quede con el sentimiento de este soneto en concreto.

    Un saludo entrañable y que sigas así, brotando de tu pluma inspiración sin fin.

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  6. Akasha, he defendido a menudo que el equilibrio entre los sueños y la vigilia es el contrafuerte que sostiene los pilares de la existencia. Y bueno, la triste certeza de que solo en los sueños se puede ser feliz... no lo comparto. Esa es la idea de los cobardes que abundan en este mundo, los conformistas que solo saben llorar, y yo, por fortuna no soy así. Es en los sueños, donde puedes ser plenamente feliz, cierto, porque si en este mundo tu felicidad ha de depender de otro alguien, con las mentiras y falsedades que imperan este mundo nuestro, vamos listos... Pero sí se puede conseguir periodos, efímeros, de acuerdo, donde alguien encuentra su plenitud. Quien sueña muy alto, se pega un batacazo bueno. Quien no sueña, no puede ser feliz. Y quien sueña sabiendo que sueña, quien sabe que esa felicidad que vive durará un tiempo determinado, ése, al menos, tiene su norte marcado. Esta historia es una historia triste, que efectivamente, terminará cuando despierte, pero cuando despierte hay nuevos retos que afrontar, gente falsa que te halaga, que hace promesas que luego son mentira, gente auténtica dispuesta a darte un soplo de ánimo. Hay problemas, hay injusticias, hay belleza... Hay vida. Y aunque al despertar empiece su castigo, porque ha tenido la mala suerte de enamorarse de alguien que no lo corresponde, que quizá no merezca la pena siquiera, lo hará sin prisa, tomando el tiempo necesario, quedándose con lo bueno y quizá algún día le sonría la fortuna. Este es el circo de la vida, un circo que algún día acabará y quizá los que sueñan demasiado y los que no sueñan nada, se den cuenta, en el último suspiro, que todo fue un error.

    Gracias por esta dedicación de tu escaso tiempo. Un saludo.

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