jueves, 26 de mayo de 2011

SONETO LIV "Tengo miedo"

Eres como una lánguida promesa
que se esparce en la tarde inalcanzable,
y no consigo que mi boca te hable
para que sepas que eres mi princesa.

Eres la leve brisa que me besa,
pasión de un corazón inabarcable,
mi sueño concedido e improbable,
los versos que dejé sobre tu mesa.

Se me escapa la voz cuando me miras
y sé que debo hablar, pero no puedo,
las dudas me consumen con mis iras.

¿Quizá pueda sentir tu aliento quedo
nacido de tus labios si suspiras?
Yo nunca lo sabré por tener miedo.

8 comentarios:

  1. Es natural tener miedo porque al fin y al cabo el miedo unido eternamente a la duda es una cualidad particularmente propia de los mortales. Dudas, vulnerabilidad y miedo ante esa confusión que estas provocan, pánico a ser rechazado o lo que es peor: abandonado en el solitario olvido de la indiferencia.

    En este caso el miedo que martiriza al protagonista se debe a la eterna lucha mantenida a la hora de mostrar sus sentimientos reales a la razón de sus desvelos. Todos lo hemos padecido y quien diga lo contrario o miente o es un vanidoso arrogante de tomo y lomo. Miedo al rostro que se dibujará ante nosotros tras ser confesados nuestros sentimientos, miedo a que estos no sean acogidos como queremos, miedo a la inmortal y célebre frase del "no es por ti, es por mí", miedo al archiconocido: "podemos ser amigos..." cuando esa es una opción que jamás se lleva a cabo tras haber desnudado nuestra alma.

    No es vergonzoso sentir miedo, es más, yo diría que en este mundo superficial y necio es un acto muy loable el reconocer que se siente algo así. Mostrarse vulnerable o indefenso en ocasiones no nos hace más débiles de lo que lo podamos ser... nos hace humanos, nos hace seres con sentimientos y corazón, y eso hoy día es algo de lo que no todas las almas pueden jactarse.

    Un beso y feliz crepúsculo.

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  2. ¡Es precioso! Tener miedo de lo que sientes o mejor dicho, de decirlo o expresarlo en voz alta, es normal y creo que todo el mundo pasa por eso, pero es importante que finalmente se logre expresarlos para no perder algo importante
    Un beso

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  3. Akasha, realmente, es muy complicado hacer una generalización del miedo que se siente ante la posibilidad de que el ser amado sepa de nuestros sentimientos, precisamente porque hay pocos que reconocen abiertamente tenerlo y por tanto, no es tema del que se hable.

    Así que lo que mejor puedo hacer aquí es expresar mi opinión personal y para nada válida objetivamente. Recuerdo en mis años menos malos tener la certeza de que en el momento que confesara los sentimientos a alguna persona, ésta inmeditamente se enfadaría conmigo. Y aquella certeza, no me lo permitía. ¿Por qué pensaba así? Porque ocurrió realmente. Y basándome en aquella historia, ha salido el soneto de hoy. He oído comentarios de muchos tipos: "Hay que arrepentirse de lo que se hace y no de lo que no" "Hay más peces en el océano" "A nadie le molesta recibir palabras bonitas" O el más estúpido de todos, a mi juicio: "Quien la sigue la consigue porque cuando dicen "no" quieren decir <>"

    Estupendo, entonces cuando te dicen sí, es que quieren decir no. Así va el país como va. Pero el caso, es que por el motivo que sea, el miedo no te deja hablar. En esta historia se expresa esa idea. Ella es el sueño concedido (e improbable), su princesa, pero "sé que debo hablar, pero no puedo". Eso es. No puedo. Más simple y directo, es difícil de decir. Quizá si hablara podría sentir su aliento quedo, porque él se encargaría de hacerla suspirar en cada atardecer, pero no lo sabrá porque tiene miedo. Realmente, se aprecia cómo el miedo no le deja actuar. Así las cosas, solo queda consumirse con en sus iras. No puede hacer otra cosa.

    Gracias por tu aporte, interesante reflexión, como me tienes acostumbrado. Un abrazo de buenas noches y dulces sueños y un besito grande.

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  4. Cierto, Ana. Eso seria lo que habría de suceder, expresar esos sentimientos, porque mirando fríamente, no hay nada que perder. En el comentario de Akasha hay algunos motivos que son válidos para tener miedo, como el "podemos ser amigos" "No eres tú, soy yo"... En definitiva, ella interpreta y entiende que el miedo que existe es miedo al rechazo. Quizá realmente se deba a ello y es ese miedo el que precisamente, no permite dar ese paso. Auqnue no haya que perder, aunque podamos ganar el cielo entero... El caso es que se nos bloquea la voluntad y nos quedamos parados. O al menos, en la edad adolescente de la década de los 90, a mí me pasaba y a otros conocidos.

    Esta historia cuenta ese tipo de miedo. La posibilidad que se marcha simplemente porque aunque ardas en deseo de hablar, de gritar lo que te quema por dentro, el miedo no te deja. Triste, realmente.

    Muchas gracias por tu aporte, y me parece estupendo la expresión de fuerza que hay en tus palabras. Se debería de intentar. Un besito grande de buenas noches y que tus sueños sean bonitos y agradables.

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  5. Hola mi querido Juanjo, antes que nada decirte que hay que echarle valor y coraje a veces para tener o alcanzar algo, esto también sirve en el campo del amor, pues de otra forma siempre te quedaría dentro esa angustia de querer dar el paso y no haberlo dado.
    Es como ver pasar a un taxi, querer cogerlo y no levantar la mano para que pare. Es un ejemplo un poco bruto, pero es simple a la hora de una demostración práctica.
    En este soneto, el protagonista parece reconocer que siente miedo, miedo a la respuesta que halle después de haber dado el paso que tanto le costó dar y no hallar una respuesta satisfactoria, que es lo que tanto ansía. Pero si no lo da, nunca sabrá la posible respuesta e igual se lleva una sorpresa y es la con que tanto había soñado, quien sabe eee

    Hermoso y sentido soneto el que has publicado mi querido poeta sureño. Que descanses, ya viernes y ya tienes delante tuyo otro fin de semana más, para ti, para lo que tú quieras.
    Besitos azules muassssssssssssssss TKM

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  6. Estoy de acuerdo, Kanet. Se debería echar valor y pensar que realmente no tienes nada que perder. Cosa, por otro lado, cierta del todo. Como dice Akasha, hay quien no puede ser solo amigo de la persona que ama, y habrá que sí los pueda haber, pero eso es otra historia.

    Pero aun así, el miedo que se siente a afrontar la situación, a desnudar el corazón ante quien es dueño/a y señor/a de él, impide que las palabras broten, que se deslicen en el aire y llegue a esos oídos destinatarios que, como bien dices, quizá quieran escucharlas, y acogerlas en su regazo y cuidarlas como un tesoro preciado. Pero no salen, por alguna razón extraña e inexplicable, no sale. ¿Será porque poniéndonos en el peor de los casos, tenemos la seguridad hueca de que nada puede ir peor? Si ese fuera el caso, el miedo no tendría sentido, pues te lanzas con la certeza de recibir una negativa y si resulta que tiene menos intuición que algunas adivinos y te qeuivocas, las puertas del cielo se abren de par en par. Por eso, opino que lo más probable es que se deba a la existencia de la posibilidad de dañar o molestar a la persona amada, porque eso es lo último que se quiere, molestarla, importunarla de algún modo. Recordemos que esa persona es, en el momento presente, el eje de nuestra vida, la fuente sin la que la estabilidad no es posible.

    Lo que creo seguro, es que a fin de cuentas, no se hallará una respuesta que satisfaga la curiosidad del porqué de la existencia de este miedo a la hora de confesar los sentimientos, más allá de timideces y de vivencias turbulentas del pasado.

    Un besito de lluvia, Kanet. Espero que el rubito se haya ido de visita a tu tierra, que le haya gustado y se quede hasta que yo pueda salir de la Isla de los Desamparados. Presiento que no queda mucho y espero que mi presentimiento sea cierto ^_^. Buen fin de semana a punto de comenzar.

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  7. Hola Juanjo,

    Este soneto me recuerda a mis años de adolescencia, cuando el "¿me mirará o no me mirará?" era el centro de toda mi existencia.
    Por mi parte y como persona bastante cerebral, creo que hay distintas clases de miedo, y el miedo que puede definirse como "sensación de prudencia ante lo desconocido" es no solamente válido, sino también necesario para no meternos en problemas.
    ¿Pero qué clase de miedo nos empuja a no decir lo que sentimos? ¿el miedo al rechazo? ¿al ridículo? es complicado hasta para uno mismo saberlo. A veces el miedo a revelar mis sentimientos me ha librado de llevarme más adelante un disgusto de los buenos, pues cuando uno está enamorado parece que esa persona tiene siempre los ojos más bellos, la sonrisa más perfecta, y que todas las mariposas del planeta vuelan a su alrededor, y con todo respeto, el objeto de nuestro afecto es otra personas entre muchas, y no tiene nada en sí de especial (lo sé, no suena romántico, pero es la verdad).
    El miedo es un arma de doble filo. Todos lo hemos sentido, la diferencia del resultado está en cómo usas ese "miedo" frente a la persona que amas.

    Un saludo.

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  8. Eleanor, me ha parecido muy interesante el enfoque que ha dado al texto. Y objetivamente, estoy de acuerdo con usted en el contenido. Efectivamente, el ser amado es una criatura más que puebla este mundo, un saco de defectos andante como lo somos todo, y la pregunta ¿qué demonios tiene el amor que nos hace perder el poco cerebro que tenemos para endiosar a esa persona? es inevitable. Pero con la cabeza fría, eso sí. Alguien que está en un estado de ensueño, dice que es lo mejor que hay encima de este mundo, cuando solo conocemos, un triste 0,01% de la población total de ese mundo. Por tanto, es muy atrevido eso de, "lo mejor del mundo" pero queda muy hermoso y halagador, eso sí.

    Realmente desconozco los motivos que justifican el miedo a confesar los sentimientos. Pero conozco su existencia demasiado bien. Es lo que dice de que no veo el viento pero me toca la piel. Aquí tenemos un caso de que nunca sabrá si podría sentir su aliento quedo nacido de sus labios si suspira por tener miedo. Es decir, no puede confesarle sus sentimientos. Ese el primer paso, la respuesta que reciba determinará si se convierte en el hombre más feliz de su alrededor de inmediato o tiene que irse a llorar siete noche seguidas pensando que es el ser más desgraciadito del mundo (que también es falso, por supuesto). El miedo hará que tenga la duda de que pudo pasar si... Pero concuerdo con usted en quién sabe si de ser correspondido, hubiera cavado su propia sentencia. ¿Puede el amor ser un juego de azar en cierto modo? Puede ser, sí.

    Gracias, noble señora por su participación. Disculpe mi tardanza en responder, se acaba una semana infernal y creo que comienza una... ¿cuál es el superlativo de infernal?, bueno, el que sea, pero eso. Así que apuro los instantes finales de una calma ficticia para responderle. Le deseo a usted una semana llena de dicha, de valor ^_^, y de vientos propicios. Cuídese y que su estado de gestación se desarrolle a la perfección. Un saludo cordial.

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