Sueño con noches nevadas
y ventiscas de relente
en tus soles de cacao
que al mirarlos me enloquecen.
Y sueño ánforas vacías
del color de los laureles
que recuerdan a tu piel
y mi cordura se pierde
como símbolo del triunfo
que tanto tú te mereces.
He vivido en esas galas
del "tablao" de los duendes
que le devuelves al mundo
con el arte que te mueves.
Y la luz más luminosa
se oscurece en el ambiente,
que el que quiera ver belleza
con tu danza es suficiente.
Aquí comienza el camino de nuevo. El presente avanza aunque yo no lo sienta y los días se consumen con la misma celeridad. Propuse recuperar los albores de los sonidos y no me considero un traídor. Así que, desafiando a todas las debilidades y deseos de desistir durante el tiempo necesario, y absorbiendo el dolor natural, doy el primer paso. Mi agradecimento infinito a quienes me siguen acompañando y desde el cielo estoy oyendo un aplauso.
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Desde luego con el embrujo de unos brillantes ojos hay suficiente para bailar, saltar y gritar de locura infinita, sobretodo si el brillo que tienen es por uno :)
ResponderEliminarTodo lo demás está de más, se desvanece y tan solo existen esos soles que son como faros entre la bruma.
Perfecto Juanjo, perfecto :)
Besitos de brisa marina, suave y cálida, muasssssssssss ♥ ♥ TKMMM
Y aunque no sea el brillo para uno, merece la pena plasmar el refulgir de esos dos soles de cacao y el aplauso merecido por el duende y el arte derramado en un tablao de sueños cumplidos en unos cuantos versos.
EliminarGracias por tu tiempo y tus palabras que tantos ánimos regalan. Yo también te quiero mucho. Que tengas un buen comienzo de semana y más feliz final de año que está dando sus últimos coletazos. Un beso enorme para tu esquina noreste.