El cielo se ha vestido de tormenta,
luce como un jardín de negras rosas
que reclaman mis lágrimas nerviosas
que les lleva la brisa cenicienta.
El cielo yace oscuro y no argumenta
los porqués de estas sendas tan brumosas
que se pintan tan tristes y lluviosas,
mi luna me abandona y desalienta.
El cielo se derrama en mi amargura
y en las flores heridas del invierno
sin un sol cuyos rayos les dé cura.
El cielo se convierte en un infierno,
un pozo de dolor que me asegura
que sin tu amor, el llanto se hace eterno.
Aquí comienza el camino de nuevo. El presente avanza aunque yo no lo sienta y los días se consumen con la misma celeridad. Propuse recuperar los albores de los sonidos y no me considero un traídor. Así que, desafiando a todas las debilidades y deseos de desistir durante el tiempo necesario, y absorbiendo el dolor natural, doy el primer paso. Mi agradecimento infinito a quienes me siguen acompañando y desde el cielo estoy oyendo un aplauso.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hola mi querido Juanjo, el soneto de hoy es especialmente triste y doloroso, pues relata la desdicha que le acontece al protagonista del mismo por esa perdida o lejanía de su amor.
ResponderEliminarIncluso cree que su luna le ha abandonado pero quizás no sepa que solo se ha escondido un poco y que en breve volverá a sonreírle y a observarle con su faz argentada dándole otra vez fuerzas para seguir en su lucha constante por conseguir su amor anhelado y así no derramar más lágrimas y sanar sus heridas pues esa sonrisa conseguida será el bálsamo que cure esas heridas.
Es durillo leer este soneto pero a la vez es hermoso en si mismo, pues derrama tanto amor por los cuatro costados, que no hay más remedio que quitarse el sombrero ante algo tan sensible.
Hoy mi cielo también se ha vestido de tormenta, pues está más negro que la boca de un lobo y se prevé su llanto en el momento menos pensado (seguro en la salida de los coles jeje)
Besitos azules mi querido amigo poeta, disfruta de esos 3 grados, que de buen seguro que en estas horas ya no habrá ni asomo de ellos, muy a tu pesar, muassssssss
Debo estar hecha de otro material diferente al resto de la humanidad, o quizá sea que mi alma en el fondo encierra una inquietante perversidad... el caso es que a mí personalmente siguen fascinándome estos poemas oscuros, dramáticos y desarraigados, pese al dolor y al desaliento que encierran entre sus letras.
ResponderEliminarAdoro la visión de ese cielo tormentoso (¿como nuestra alma?), de esa luna oculta tras los amenazantes jirones etéreos... y no importará su ausencia porque sabemos que aunque hoy esté ausente pronto volverá a refulgir para nosotros. Quizás eso sea lo bueno de la negrura infinita que inunda la bóveda celestial: la certeza de saber que nos erá eterna.
A menudo observo esos cielos ennegrecidos y los comparo con las tormentas que se desatan en nuestra alma ¿no son igual de siniestras las tempestades que azotan de cuando en cuando nuestro interior? ¿No son igual de constantes las gotas de lluvia que vierten nuestros ojos?
Adorable visión nos presentas en este soneto, al menos para mí, que danzaría eternamente bajo un cielo encapotado...
... de nos ser por el terrible desaliento que encierran sus letras y que se hace presente en cada estrofa.
Besos fríos aprendiz de trovador, y que pronto puedas disfrutar de la negrura de esos cielos sin que la tempestad aflija tu alma.
Bueno AKASHA a mi me pasa lo mismo, los relatos tristes son los que más me suelen gustar, tienen algo especial, más intensidad.
ResponderEliminarNo solo el cielo es oscuro cuando no tienes el amor que tanto buscas, cuando lo has perdido todo tu mundo se vuelve oscuro y yermo,n invierno infinito.
Muy bueno Juanjo
un beso
Mi querida Kanet, el texto describe un estado de turbulencia que no es sino un reflejo del alma. Si miramos a la media lógica de la existencia, los estados de tristezas se suceden en esosambientes oscuros, tormentosos, de brisas cenicientas y sendas brumosas. El texto, que, efectivamente, cuenta el estado de desesperanza de alguien que no consigue ver la luz por ningún lado, que su luna lo ha abandonado y lo desalienta, se desenvuelve en esos ambientes, aunque yo reconozco que me gustan mucho esos escenarios tétricos y siniestros. Sean alegrías o tristezas las que se paseen por mi alma, me gusta caminar por esos senderos de virgen naturaleza de oscuridad a estos caminos de hormigón y farolas que nos regala la arquitectura moderna.
ResponderEliminarGracias, amiga por tus palabras y me alegro que, a pesar de la tristeza y desazón que desprende, hayas encontrado hermoso el texto. Es todo un halago. Besitos muy grandes, mi mariposa azul, de tibio sol que hoy nos acompaña.
Mi querida damita preciosa, quien pasea semejante estado de amargura tiene la sensación que esa negrura, será eterna. No encuentra ningún motivo para ver la luz y su alma se rinde y resigna ante lo que se considera inevitable... El tiempo y solo el tiempo, se encargará de enseñarle que tú tienes razón y que la luna volverá a refulgir, quizá a la siguiente noche, quizá dentro de mil noches más, eso no podemos saberlo.
Me siento cómodo en esos ambientes oscuros y sombríos, repito, pasee mi alma amarguras o sonrisas. Nací en pleno corazón del invierno y es en él donde me siento cómodo. Quizá tenga algo que ver ese alma tortuosa que comentas, o quizá sea la total independencia de todo que mi alma siente. Ella se aleja de lo que por norma que nadie entiende ni sabe, se considera que otorga el equilibrio. ¿Qué importa perder varias horas paseando y mirano el cielo? ¿Qué importa introducirte en ti mismo y conversar con el alma para que te cuente, en un lenguaje sensitivo qué es lo que pasa por ella? ¿Qué importa que te sientas cómod@ precisamente, en los ambientes que asustan a los demás? Sencillamente, no importa nada. El alma tiene el poder de viajar a los lúgares donde se siente más libre, más plena y la mía, desde luego, es en estos mundos, quizá paralelos, de tinieblas, donde más cerca se siente de su esencia. Y sí, la lluvia del cielo me parece semejante a la lluvia de los ojos que brota del alma. Me ha gustado esa comparación. Muchas gracias, mi damita.
En cuanto a la perversidad ¿quién tiene la clave para decir qué es perverso y qué no? Estoy seguro que caminantes de bosques umbríos y húmedos de lluvia tienen un alma limpia que se tiñe de tintes oscuros por pura rebeldía. Igualmente estoy seguro que se han planeado muchas barbaridades de perversidad a la luz de un sol de justicia con plena comodidad de esas almas que escupen veneno a cada palabra que sueltan. Por eso, no creo que sea perversidad lo que anide en tu alma, mi damita hermosa, simplemente, es una atracción por ambientes oscuros que no tienen que ser perversos.
Un besito en la luna de tus manitas y una reverencia de este trovador para tan distinguida dama.
Mi querida Ana, igualmente me alegro que te haya gustado el texto de hoy (o ayer ^_^). Cuenta la historia de alguien que la falta de su amor, la ausencia de ella, le produce la sensación de eterna oscuridad y tempestades por las que camina su alma, aunque en el cielo haya un sol de justicia, pero el cielo del protagonista, un cielo distinto al del resto del mundo y, por supuesto, distinto en su modos de verlo. El cielo de la desesperanza visto por unos ojos que, valga la redundancia, también están llenos de desesperanza.
Gracias bonita por tus palabras y un besito para ti también.
lo ha hecho el porque es bellisimo
ResponderEliminar