El abismo del ocaso
se me muestra en su apertura
y libera los demonios
de las almas de la angustia.
Otra noche batallando
con terribles criaturas
que cada vez son más fuertes
y mis fuerzas son más nulas.
No se divisa el final
de la senda tan oscura
y otra legión de demonios
ya se suman a la lucha,
que se libran con el alma
que se viste con la luna,
donde son grandes los daños,
las defensas son desnudas.
El abismo del ocaso
es el lienzo de las brumas;
a las puertas del infierno
el esfuerzo se hace espuma
llena de viento y de sangre
y esperanzas que se esfuman.
Mas mi sangre de guerrero
superó pruebas más duras,
que dejó dolor de fuego
y el pesar que hoy perdura
con cicatrices de sal
de una herida que no cura
estas pruebas de la vida
que hoy se viste de negrura.
Pero tienes que saber
que no temo a las agujas
ni a las garras de demonios
que me llenan de roturas.
Pero tienes que saber,
que hallaré esa burbuja
en este huracán de fuego
donde todo se me nubla
y lo haré aún sin tus manos
que me niegan hoy su ayuda.
Aquí comienza el camino de nuevo. El presente avanza aunque yo no lo sienta y los días se consumen con la misma celeridad. Propuse recuperar los albores de los sonidos y no me considero un traídor. Así que, desafiando a todas las debilidades y deseos de desistir durante el tiempo necesario, y absorbiendo el dolor natural, doy el primer paso. Mi agradecimento infinito a quienes me siguen acompañando y desde el cielo estoy oyendo un aplauso.
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Hola mi querido Juanjo, ayy cuanto dolor percibo en este relato, que desgarrador romance donde impera la dura lucha interna que aqueja al protagonista y esos demonios amenazan con ganar la partida, aunque sea duro el caballero que se enfrenta a ellos, espero que no consigan sus propósitos y salga vencedor del trance, pues es algo del todo necesario para que su alma tenga paz y sosiego.
ResponderEliminarPor muy negro que vea su mundo, debe hallar ese resquicio por donde se cuela el rayito de luz salvadora.
Por lo que relata es un caballero duro de pelar pero yo le digo que torres más alta han caído por lo que debe ser del todo prudente y batallar salvaguardándose de las posibles hondas heridas que ello le cause.
Ten un hermoso fin de día mi querido poeta sureño, besitos azules muasssssssssssss
He de decir que es un poema hermoso, hermoso sin lugar a dudas, donde por vez primera el poeta (peerdón) desnuda de verdad su alma para mostrar los continuos tornados que confluyen en su interior.
ResponderEliminarNo es fácil desnudar el alma y dejar entrever a aquellos que se atrevan a acercarse al abismo sin fondo de un corazón los demonios que pululan desgarrándolo todo a su paso. Hay que ser muy valiente para admitir la dureza del momento presente, para confesar que se siente miedo ante la negrura que amenaza con ahogar el corazón, para admitir que el futuro amenaza tempestades casi imposibles de combatir y soportar...
Mas...
el protagonista sabe que en su interior habita un guerrero fuerte y luchador que jamás se ha rendido o ha visto mermar su tenacidad ante los infortunios de la vida. Los demonios, las sombras amenazantes que se ciernen sobre él, el dolor inmenso que atenaza sus entrañas... nada de eso será capaz de amilanarlo.
"Pero tienes que saber,
que hallaré esa burbuja
en este huracán de fuego
donde todo se me nubla
y lo haré aún sin tus manos
que me niegan hoy su ayuda."
El protagonista se siente solo y está seguro que en su soledad será capaz de salir de ese abismo de fuego, aunque esas manos se cierren para él y le nieguen su ayuda.
Besos y un final de día reparador
Mi querida Kanet, te puedo garantizar que este guerrero no es de los que baste un solo golpe para tumbarlo. En cuanto al texto en sí, puedo decir que en la vida tiene que existir una justa medida para alcanzar el equilibrio de la existencia. Y este guerrero se encuentra en este momento, cansado de luchar, pero no puede evitar seguir luchando, porque su sangre se ha habituado ya a la guerra constante de una vida que no le ha puesto las cosas fáciles. Así las cosas, esperemos que esta batalla que libra ahora contra más demonios que se suman a la lucha, consiga salir, aunque derrotado, al menos fotalecido de la experiencia.
ResponderEliminarUn besito de buenas noches y desearte unos dulces y reparadores sueños, mi querida mariposa azul.
Mi querida damita preciosa, podríamos considerar a ese guerrero un poeta, sí, por qué no. Ha conseguido escribir 40 versos de ocho sílabas con una rima asonante en los pares. Y en esos versos, efectivamente muestra, no creo que sea miedo, un guerrero desde nacimiento no suele tener miedo, pero sí cansancio, añoranza de un tiempo en el que sus heridas puedan, al menos, medio sanar. El miedo no debe existir porque la posibilidad de perder también va implícita en la batalla. Ante esto, uno puede elegir rendirse y perder y resignarse a lo que el vencedor disponga, o poner muy cara la derrota y si hace falta perecer tratando de conseguir sus sueños (me niego a pensar que alguien, si decide luchar, no lo haga por sus sueños). Conozco a este guerrero que escribe y sé que es del segundo tipo y que por más demonios y fantasmas que salgan del ocaso del abismo, él seguirá intentando pelear contra ese pozo de laberintos donde ahora se halla perdido. Como bien comentas, y repitiendo lo arriba expuesto, no habrá miedo que pueda hacer que se vuelva de espaldas y deje esta batalla en la que ya ha entrado.
ResponderEliminarUn besito en tus manitas de luna, mi distinguida dama. Al igual que el guerrero que escribe el texto, recibe un cordial reverencia.
Me ha parecido estar leyendo un relato épico, como los cuentos de fantasía, puede que con mucho más dolor, pero es que lo has escrito de una manera que me parece estar leyendo un cuento, aunque sea uno triste.
ResponderEliminarUn beso
Mi querida Ana, los juglares recorrían las villas y aldeas recitando romances épicos durante la Edad Media, por tanto, me halaga mucho que consideres estos versos como parte de un cantar de gesta medieval. Y pudiera ser, puesto que está alejado un tanto del sentimiento amoroso que habita en las rimas del alma. Solo al final se muestra ese despecho y esa mención a la soledad de unas manos que no quieren ayudarle y se alejan de él sin que pueda entender el motivo. La lucha continúa y el guerrero, no lo dudo, sabrá salir con algo más de riqueza espiritual, gane o pierda la batalla que libra en este momento.
ResponderEliminarGracias por sentirlo de esa forma. Un besito muy grande y que tengas un día estupendo.