La brisa de jazmines
a la noche acompaña con su hielo.
No deja que termines
de cumplir este anhelo
de llenar de esas flores a tu pelo.
Son tus ojos de duende,
los que pintan la luna de testigo
de mi alma que comprende
que tu piel es mi abrigo
y en este frío, me urge estar contigo.
Aquí comienza el camino de nuevo. El presente avanza aunque yo no lo sienta y los días se consumen con la misma celeridad. Propuse recuperar los albores de los sonidos y no me considero un traídor. Así que, desafiando a todas las debilidades y deseos de desistir durante el tiempo necesario, y absorbiendo el dolor natural, doy el primer paso. Mi agradecimento infinito a quienes me siguen acompañando y desde el cielo estoy oyendo un aplauso.
:)
:-)
:))
=))
:(
:-(
:((
:d
:-d
@-)
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:o
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(o)
[-(
:-?
(p)
:-s
(m)
8-)
:-t
:-b
b-(
:-#
=p~
:-$
(b)
(f)
x-)
(k)
(h)
(c)
cheer
Hola mi querido Juanjo, un suplica, una demanda, cuando uno está enamorado/a solo concibe estar en el día y en la noche al abrigo de su amado/a.
ResponderEliminarEsos aires a veces cómplices, a veces hostiles a los propios deseos, son totalmente necesarios para que hacerle llegar el mensaje de los deseos de uno/a. Dejarle constancia de que es la persona escogida, ella/el y no otra es la imagen que refleja la luna, única testigo de los anhelos del enamorado/a.
Me encanta el olor a jazmín, es intensa y dulce a la vez y en la noche se intensifica su aroma. A veces he cogido varias de esas florecillas y he inspirado fuerte y me he dejado embriagar por ese aroma, me deja con una sensación de lo más agradable en el cuerpo.
Besitos azules mi querido poeta sureño, ten un buen final de domingo y un buen empiece de semana, muasssssssss
Hola Juanjo
ResponderEliminarSi no estás con la persona que quieres las noches son frías, en realidad todo es frío y yermo, te falta algo y te invade el desasosiego, es casi imposible evitarlo, son las consecuencias de amar a alguien, te trastoca la vida y te la cambia.
Muy bueno, como siempre, empieza bien la semana
Un beso
Mi querida Kanet, el título de la lira habla del frío que puede producir una noche de soledad en determinado momento. El texto transcurre en la noche que la brisa de jazmín acompaña con su hielo y el deseo del protagonista de poner flores de jazmín en el pelo de su amada se ve interrumpido por ese frío que simboliza su ausencia, la ausencia de los ojos de duende que hace le hace comprender finalmente que ese frío de esa noche solo se verá abrigado por la piel que ahora tiene lejos. Y como de costumbre, la luna es el único testigo de las soledades de los seres nocturnos...
ResponderEliminarGracias, por tus palabras, mariposita. Besos de noche e igualmente te deseo una buena semana que comienza.
Mi querida Anita, tu interpretación sobre la soledad que a veces el alma siente (a unos les daña más que a otros) y que hace que se encuentre vacía de todo es muy cercana a mi opinión personal. Sabes que su piel será tu abrigo, y no hay otra opción, sus ojos de duende te lo dicen, estáis frente a frente, solo la luna es testigo y lo sabes, el alma comprende que el abrigo de este frío es su piel. Y esa imposibilidad de no poder poner flores de jazmín en su pelo, hace que el frío se haga más intenso.
ResponderEliminarGracias mi querida amiga por tu visita. Un besito muy grande para ti y te deseo una buena comienza que comienza.
Me gusta la imagen de la suave brisa de jazmines enredándose en el pelo, prendida en cada mechón con la intensidad misma con que las estrellas refulgen en lo alto.
ResponderEliminarAsimismo la idea de que la piel de la persona amada suponga el perfecto abrigo en las frías noches de piedra supone una estampa ideal. ¿Qué hay más hermoso que una noche- a ser posible estrellada- donde las almas caminen juntas hacia el limbo eterno de inmortalidad? Inmortalidad, por ejemplo, que otorgan las letras de un poema...
Un beso y que el inicio de semana brinde inspiración (ya veo que sí, no doy abasto para leeros jejejejejje)
Mi querida náyade de los lagos del norte, concuerdo en que la imagen de la brisa de jazmín enredándose en el ambiente del poco espacio que queda entre dos miradas se intentan fundirse la una con la otra, es, realmente, muy bella.
ResponderEliminarCuando el frío surge a pleno sol, y la luna se convierte en el único testigo de la intensidad con la que miras esos ojos de duende que tienes delante, parece lógico que la piel de esa alma que te ha hecho preso se convierta en el más cálido y deseado abrigo que puedas necesitar. Abrázarte a la piel que amas es hallar un embriagador sosiego.
Reverencias, mi damita, el inicio de semana fue realmente agotador. Pero seguimos en la brecha...