En la tienda de magia vive un hada.
Su voz es la cascada luminosa,
su nariz marca luz clara y hermosa,
sus ojos dan limpieza a su mirada.
Hada de la que yo no sé aún nada
pero me nace un verso que reposa,
ella es una persona que rebosa
poesía que no ha sido explicada.
En la tienda de magia hay un algo
y por eso es que la tienda, es de magia,
dibuja una sonrisa cuando salgo
porque el aire hace música y presagia
versos que dicen qué vale y qué valgo
de la humanidad que el hada contagia.
Aquí comienza el camino de nuevo. El presente avanza aunque yo no lo sienta y los días se consumen con la misma celeridad. Propuse recuperar los albores de los sonidos y no me considero un traídor. Así que, desafiando a todas las debilidades y deseos de desistir durante el tiempo necesario, y absorbiendo el dolor natural, doy el primer paso. Mi agradecimento infinito a quienes me siguen acompañando y desde el cielo estoy oyendo un aplauso.