lunes, 14 de febrero de 2011

ROMANCE XXXIV "Catorce de febrero"

Tanto tiempo sin hablarse
y hoy ya tienen su reserva
en los cinco tenedores
que no entienden de las cuentas
y en este inmenso vacío,
nadie sabe qué celebra
en la idea del comercio
que los necios llaman fiesta.
Hoy tenemos que querernos
por las buenas o a la fuerza
y podremos demostrarlo
adquiriendo una hipoteca
capaz de comprar sueños
que mañana no recuerdas;
volverán las malas caras,
tendrán peso los problemas,
por ser quince de febrero,
otro día más cualquiera,
ya no habrá porqué luchar
y el arroz es de conserva.
Ya sería más hermoso
si las almas decidieran
amarse todos los días
que durase la existencia.
Yo prefiero regalarte
solsticios de primavera,
cuando sea su equinoccio,
cuando al fin llegue su época
y veladas con la luna
en un jardín de violetas,
respirando el aire limpio
donde tú seas la reina,
para siempre de mis noches
y la musa de mi idea,
cada vez que yo te escriba
corazones hechos letras.
No te esperes grandes cosas
de este alma sin materia,
pues resulta que es tan pobre
que de sueños se me endeuda,
y esta deuda no permite
nada más que lo que sueña;
y es por eso que Cupido
no bendice con sus flechas
el catorce de febrero
que al amor lo pone en venta.
No hacen faltan más regalos
que tus labios que me besan
cuando en nuestro amanecer
es impulso que me alienta.
Sube conmigo al tejado
de la punta de una estrella
y conserva estos momentos
mirando la luna llena.
Todo lo que yo te ofrezco
es amor en esta esfera,
sin papeles y sin lazos
y sentido sin reservas.
Mi regalo son mis sueños
tan vacíos de riqueza
que en un día como hoy
dudo mucho que valieran.
Mi regalo son historias,
cada día mi alma entera
hoy también, que todos dan
diez mil flores y una perla
y mañana olvidarán
que la planta ya está seca
sin comercios que la rieguen
todo brilla por su ausencia.
A la nuestra regaré
con la tinta de mis letras
que nacen del corazón
y dedico a mi princesa.
Cerrarán los restaurantes
donde ya no había mesas
y la prisa obligará
a quitar todas las velas
hasta que pase un nuevo año
y algún necio las encienda
en amarga inspiración
que transmite la tristeza
del amor de un solo día
con regalos que demuestran
que este día del amor
es hipocresía eterna.

5 comentarios:

  1. Te ha quedado hermoso, y que razón tienes. Menos celebrar San Valentín y sí, celebrarlo todos los días. El amor se tiene que cuidar todos los días y no uno solo.

    Un saludo

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  2. Hola mi querido Juanjo, he querido empezar por este, pues ya me avisaste que prometía jeje
    Aunque me esperaba algo más irónico jeje la verdad sea dicha.

    Has sabido enlazar muy bien los sentimientos, por un lado la repugnancia e hipocresía que conlleva este día, yo estoy totalmente de acuerdo contigo, no se trata de un solo día sino de 365, que son los que tiene el año o incluso 366 si mucho me apuras los que debes demostrar tu amor, los regalos igualmente ya que cualquier día es bueno y te diré que incluso se agradece más, ya que el factor sorpresa es mucho más gratificante, tampoco se trata de dejarte el sueldo en el regalo, ya que muchos hacen su agosto en pleno febrero. Un mes bastante malo si se tiene en cuenta que acaba uno de salir de las fiestas de Navidad y muchos tienen hipotecados los tres o cuatro primeros meses del año, con más razón aún para una llamada a la austeridad y si realmente quieres regalar algo importante, con tan solo una sonrisa, un apasionado beso y dos palabras, TE QUIERO, debería ser el más hermoso y codiciado regalo que se nos pudiera regalar, pero insisto, no solo en este día sino en todos los del año.

    Hermoso romance querido mío, en todos los aspectos que has tocado.

    Ten una feliz semana mi querido poeta sureño, besitos azules húmedos como el día que tenemos hoy, donde Tláloc, Dios de la lluvia, nos honra con su presencia jeje, muasssssssssssssss

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  3. Mi querida Sandra, si es que es un mensaje muy simple y directo. Mires donde mires, parece que hoy hay que amar por fuerza, porque los protocolos sociales lo dices, protocolos que no son otra cosa que costumbres de comercio puro y duro. Tal y como cuenta el texto, lo mejor es cuidar a diario el sentimiento y no solo los catorce de febreros o los días señalados como cumpleaños, Navidad, etc, etc. Un saludo y gracas por la visita.


    Mi querida mariposa azul, la verdad es que hoy en día prefiero ser más directo y menos irónico. Ha resultado un texto largo, de más de cincuenta versos donde he ido mostrando mi repulsa sobre el hecho de que ho exista una "obligación" de ser detallista con ideas de lo que debe ser una relación en el día a día. Ojo, que yo también me meto en el saco, resulta realmente complicado ser como el protagonista todos los días, y siendo honesto, yo no lo soy, pues hay días que uno se levanta con más cargas y no miras que tienes que cuidar esa planta, regarla con la tinta de tus letras y con el recuerdo de tus detalles que pueden ser el cuarenta de abril, para mayor sorpresa y ruptura de la rutina del día a día. Pero lo que se critica realmente, al menos yo, es que hoy todo el mundo es feliz, es detallista, es romántico y es ideal, para mañana, que todo parezca irse a freír monos al Peñón de Gibraltar. Eso es lo triste. Si hoy conseguimos avivar la llama que puede estar apagándose, mañana hay que intentar mantenerla, aunque a veces, sea complicado. Pero si con la excusa del día que es, uno hace esfuerzos... ¿por qué no hacerlos en los días que vienen? ¿Un día es suficiente para mantener la llama encendida todo un año? Sinceramente, creo que no.

    Me alegro que compartas esta crítica a este día, mi mariposa azul. Un besito de sol, aunque dicen que iba a llover. En fin, que la Isla de los Desamparados es tan imprevisible como sus habitantes entre los que, para mi desgracia, me encuentro. Ten una bonita semana.

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  4. Me ha pasado como a mi querida Kanet, realmente esperaba algo un poco más... ¿sardónico? ¿pérfido? ¿Afilado? Aunque de todos modos y pese a lo atinadas que han resultado las letras de este Romance no puedo menos que aplaudirte ante la idea que encierra el poema.

    Me eriza el vello de la nuca solo el pensar en que existan en el mundo (que las hay, segurísimo) parejas que durante el resto del año se tratan sin un ápice de respeto, durmiendo espalda con espalda sin ni siquiera mirarse, parejas que tras años de relación todavía dudan al ser preguntados por el color de ojos de su media naranja... parejas que llegado el 14 de febrero visten sus mejores galas y se van a un restaurante -como tú bien dices- a hacer el paripé ante la sociedad. Porque hoy hay que quererse, hoy hay que regalarse mutuamente flores y bombones, aunque mañana yo te sea infiel con el vecino de abajo o tú me humilles física o psicológicamente en la soledad de nuestra guarida.

    Hay que cuidar la relación un día al año (quizás dos si nuestra pareja nos honra al recordar nuestro aniversario) y decir "Feliz Día de San Valentín" con la misma hipocresía que decimos "Feliz Navidad".

    Chorrada absoluta. Me pregunto si esos necios que hoy tiran de tarjeta para impresionar al resto de la sociedad y hacer ver que "mira cuanto quiero a mi nena que la llevo a un sitio caro y le compro rosas, aunque el resto del mes tengamos que comer a base de mortadela", conocerán la verdadera historia de San Valentín, el eterno obispo celestino.

    Querido mío, dejémoslos en su mediocridad.

    Un beso enoooooooooooooooooooorme.

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  5. Mi querida damita preciosa, ahora mismo no estoy en un momento donde el sarcasmo me acompaña, y sí un torrente de sinceridad y amargura por apreciar como a los sentimientos se les puede poner precio. Este es el romance más largo de las rimas del alma, y he intentado plasmar mensajes de lo que significa para mí este tipo de celebración.

    Confesaré mi ignorancia y te diré que no tengo ni idea de la historia de san Valentín, no he querido informarme tampoco, pero lo que está claro es que en el pasado, donde no existía la compra venta de emociones, esto sobraba, como sobra el espíritu de la Navidad comercial. Sé de buena tinta que hay personas que solo se comportan con cierta ternura en días como éste y el resto les cuesta hasta sonreír, y si ya hablamos de dormir de espaldas y no decir buenos días cuando te levantas y sí "ponme el desayuno" ahí ya podemos perdernos en todos los sinsentidos habidos y por haber.

    Como bien concluyes, dejémoslo en su mediocridad, bastante tenemos con seguir nuestro camino en las turbulencias costumbristas e impuestas por unos cuantos aburridos.

    Mis reverencias, mi damita preciosa, un besito de dulces sueños en las estrellas de tus manos que dejan destellos de magias lanzados al viento.

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