Si tú quieres que te quieran
es quererte lo que quiero
y poder ser el primero
en mirar la primavera
como cómplice que espera
a tu lado el despertar
de la flor más luminosa,
más radiante, más hermosa,
que ya comienza a brillar
como la espuma del mar.

Aquí comienza el camino de nuevo. El presente avanza aunque yo no lo sienta y los días se consumen con la misma celeridad. Propuse recuperar los albores de los sonidos y no me considero un traídor. Así que, desafiando a todas las debilidades y deseos de desistir durante el tiempo necesario, y absorbiendo el dolor natural, doy el primer paso. Mi agradecimento infinito a quienes me siguen acompañando y desde el cielo estoy oyendo un aplauso.
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