Aunque a veces me estrelle,
le pongo corazón a lo que escribo
para no perder fuelle
de buscar el motivo
que te haga sonreír cuando percibo
que falla algo en tu día.
Aunque a veces me estrelle, yo te quiero
ver con la melodía
y el brillo de un lucero
que cautive a cualquier otro hechicero
y te aleje de mí.
He perdido la cuenta de las veces
que del cielo caí,
pero sé que mereces
que los rayos de sol brillen y empieces
a ser música y musa,
a ser inspiración para cualquiera
para que mi alma ilusa
pierda su primavera
y se estrelle en el fuego si te fueras.

Aquí comienza el camino de nuevo. El presente avanza aunque yo no lo sienta y los días se consumen con la misma celeridad. Propuse recuperar los albores de los sonidos y no me considero un traídor. Así que, desafiando a todas las debilidades y deseos de desistir durante el tiempo necesario, y absorbiendo el dolor natural, doy el primer paso. Mi agradecimento infinito a quienes me siguen acompañando y desde el cielo estoy oyendo un aplauso.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario