para recordar todas las mañanas
de sueños estrellados en persianas
cerradas a las luces de los hados
cargadas de deseos apagados.
Recuerdo la sonrisa que tú emanas
y la escribo en los versos que no sanas,
así evito que mueran desangrados.
Recuerdo la sonrisa que tú emanas
y la escribo en los versos que no sanas,
así evito que mueran desangrados.
Duele más olvidar que recordar
el paisaje que vive en la memoria
y atardece en la brisa de azahar
con la luna vistiéndose de gloria
Duele más recordar que olvidar
recuerdos que no olvida la memoria.
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