Me abrazo a la sinrazón
de sentir, en las palabras
reflejos finos de luna
y el aroma de la magia
que se desprende de ti
sin que exista la distancia
donde tu embrujo no llegue,
donde tu luz se derrama.
Sólo escribo sensaciones
del lenguaje de las almas,
invisible a lo real
pero llegan y traspasan
y destrozan las barreras
donde la mente se guarda
para negarse a creer
la sinrazón de tu magia...
Y suceden los milagros
que se sienten y no hablan
como una lluvia de estrellas
de tu amanecer de plata.
Sólo escribo que percibo
la magia de un cuento de hadas
y amanecen arco iris
en las hojas de su planta
que se vuelven algodón
de vainilla en su mirada.

Aquí comienza el camino de nuevo. El presente avanza aunque yo no lo sienta y los días se consumen con la misma celeridad. Propuse recuperar los albores de los sonidos y no me considero un traídor. Así que, desafiando a todas las debilidades y deseos de desistir durante el tiempo necesario, y absorbiendo el dolor natural, doy el primer paso. Mi agradecimento infinito a quienes me siguen acompañando y desde el cielo estoy oyendo un aplauso.
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