La sombra de tu pelo se ha teñido
de lágrimas, tristezas y quebranto
que al final fue dolor y no lo aguanto
y el único remedio es el olvido.
La sombra del recuerdo que he vivido
pasea la tristeza y empieza el llanto,
no creí que el dolor fuera a ser tanto,
tan duro si el olvido no ha venido
para poder calmar tanta añoranza,
de sueños convertidos en pasado,
de días en la cruel desesperanza
de saber que aunque el cielo haya encontrado
camino por la lanza que me alcanza
y deja a mi latido destrozado.

Aquí comienza el camino de nuevo. El presente avanza aunque yo no lo sienta y los días se consumen con la misma celeridad. Propuse recuperar los albores de los sonidos y no me considero un traídor. Así que, desafiando a todas las debilidades y deseos de desistir durante el tiempo necesario, y absorbiendo el dolor natural, doy el primer paso. Mi agradecimento infinito a quienes me siguen acompañando y desde el cielo estoy oyendo un aplauso.
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